martes, 9 de marzo de 2010

Manuel Sotomayor afirma que la Fundación Perú busca desarrollar industrias innocadoras y de éxito


MARIO CAMOIRANO Correo
Conversamos con el presidente de la flamante institución Fundacion Peru, Manuel Sotomayor, sobre sus planes inmediatos: Fundación Perú parece ser una respuesta a las críticas de Michael Porter?

MANUEL SOTOMAYOR: Esto se inició hace tres años, en una reunión de un grupo de empresarios con el presidente García, cuando nos lanza el reto de que el Perú sea un país ganador y como meta el superar a Chile. El lanzamiento oficial de la Fundación ha coincidido con esta controversia generada tras la visita de Porter. El Perú está en una encrucijada. Tenemos la gran oportunidad de pasar de ser una economía tradicional y exportadora de materias primas a ser un jugador en el mercado mundial y para eso se necesita que todas las empresas hagan suyo el tema de la innovación, que es nuestro elemento central.

C: Por qué demoró tres años en cristalizar esta iniciativa?
MS: Fue lo que nos tomó levantar el financiamiento. El BID nos ha donado $1.8 millones y tenemos comprometidos otros $800 mil del sector privado con lo que casi completamos el presupuesto inicial de $3 millones, necesario para contratar al personal, elaborar manuales internos, etc. La idea luego es que las tecnologías que ayudemos a desarrollar se conviertan en patentes de cuya venta o regalías obtengamos los recursos para autosostenernos. También le hemos planteado al presidente García que el Estado cree un Fondo Incubadora de nuevas empresas, que sería administrado conjuntamente por Cofide y la Fundación.

C: Cómo pasar de las buenas intenciones a los hechos?
MS: Vamos a ir por el camino práctico. No nos vamos a dedicar al diagnóstico, formular recomendaciones o involucrarnos en estudios sobre cómo volverse un innovador. Nos dedicaremos a buscar, activamente, a emprendedores con ideas innovadoras para juntarlos con las instituciones, públicas y privadas, que se dedican a la investigación, incluidos esa inmensa red de científicos peruanos afincados en el exterior. Pero todo lo que hagamos deberá siempre aterrizar en un negocio, que tengan la capacidad de ser escalable y repicable, es decir de convertirse en una industria competitiva. Es un poco reducir el riesgo que lleva implícita cualquier innovación, demostrando que es viable, para que después más inversionistas estén dispuestos a incursionar en esa actividad.

C: Algún sector en especial?
MS: Tenemos tres focos o conductores principales para hacer nuestro trabajo. La gastronomía, donde ya somos ganadores. La textilería, pero orientada a producir para la alta costura y el campo de la tecnología digital (software) que aún está en sus inicios, pero que también creemos que puede ser una posibilidad.

Ahora, no se trata de ayudar a Gastón a abrir otro restaurante. Quién mejor que él para expandir su negocio. Pero sí podemos comenzar a buscar qué tecnología innovadora se necesita para aumentar la productividad o mejorar la calidad de los insumos que nuestra gastronomía y nuestros chefs, aquí y en el mundo, necesitan para seguir consolidándose internacionalmente. Allí entramos nosotros. Lo mismo en textilería. No vamos a ayudar en el diseño, donde talento nos sobra, pero sí vamos a buscar formas para aumentar la producción y calidad de la fibra de alpaca.

C: Y el caso de la fibra de alpaca?
MS: Durante los últimos 30 a 40 años nuestros rebaños de alpaca se han ido deteriorando genéticamente. Hoy día la minera Hochschild ha investigado bastante en este campo y han tenido éxito en implantar embriones de alpaca en llamas. Esto es importante porque mientras la alpaca sólo tiene una cría, la llama puede tener dos. Es un "vientre de alquiler". La idea ahora es reemplazar el ganado alpaquero en Cusco y Puno y progresivamente mejorar su fibra para, de aquí a unos años, multiplicar su valor comercial por diez, con un alto impacto tanto en las comunidades ganaderas como en la industria textil.

C: Y cómo empata esto con el desarrollo de clusters y cadenas productivas?
MS: Acá el enfoque tiene que ser de demanda y no de oferta. Nuestra intención es ir directamente a los grandes textileros del mundo, para ver qué es lo ellos necesitan con un producto como la fibra de alpaca y de allí ir hacia atrás en la cadena.Habrá que ver en cada caso lo que se puede hacer aquí y lo que no. El cluster no tiene que abarcar necesariamente el 100% del producto.

FUENTE : DIARIO CORREO

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