lunes, 3 de mayo de 2010

Prendas con alpaca fueron la tendencia de Perú Moda

Los cinco diseñadores de moda peruanos que deslumbraron en el Pret a Porter de París, en enero pasado, cerraron el fin de semana la feria Perú Moda 2010 con la fibra de alpaca como invitado principal.La pasarela levantada en la fortaleza del Real Felipe, en el puerto del Callao (centro-oeste de Perú), se llenó de música andina en versión electrónica para decirle adiós a los tres días de feria, que anualmente organiza la oficina de promoción turística Promperú para atraer a grandes compañías importadoras.
Noé Bernacelli abrió el desfile con una elegante colección de sastres para dama, en lanilla de alpaca y pedrería. Su paleta de colores iba del hueso al granate, el negro y el gris.Explotó al máximo la figura ceñida a la cintura, las hombreras y las faldas a la rodilla en corte tulipán. Sus vestidos tejidos en lana de baby alpaca dejaban un hombro al aire y otro enfundado en una manga larga, con una especie de banda cruzada hacia el codo.
La musa de Noé trajo a la mente a la femme fatale de los años cincuenta, con abrigos color carmín, ceñidos a la cintura y pliegues que dejan una pierna descubierta.La siguiente en recorrer la pasarela fue Harumi Momota que planteó darle un aire romántico a los vestidos y boleros tejidos en alpaca y acrílico. El primero era un strapless con círculos tejidos de colores concéntricos, donde predominaban el rosa fuerte, celeste, blanco y amarillo, montados sobre un fondo de brillos fucsia.Otro de sus diseños era un vestido tejido azul acero ceñido al cuerpo que llevaba encima una cinta negra bordada con flores del mismo azul, que envolvía toda la figura.
Momota buscó darle movimiento y ligereza a la fibra de alpaca. Propuso vestidos con aplicaciones de tiras tejidas parecidas a las blondas o lianas.
A su turno, Jenny Duarte presentó boleros tejidos en mangas tres cuartos, a sus cárdigans grises que terminan en puntas y los abrigos con cuellos abultados en azulino.
El hueso fue uno de los colores estrella en el desfile pues se vio en faldas abultadas en las caderas, en abrigos con talle a la cintura y pliegues, y en vestidos ceñidos al cuerpo.Sonia Lozada le dio un aire de modernidad a la alpaca, tiñéndola como manchas en un lienzo, en colores rosa pálido, crema, gris y suaves tonalidades de marrón.Los cuellos de los cárdigans adornados de pequeñas plumas grises, negras o marrones. También con una boca ancha tejida que se convierte en capucha.
Finalmente, Beatriz Leigh se inspiró en la fiesta de la Virgen de la Candelaria, propia del altiplano de Perú y Bolivia, para evocar los vestidos de las bailarinas en elegantes sastres y abrigos.Los modelos de Leigh, que ha vendido su colección a Rusia, tienen hombros altos y englobados, tanto en sacos cortos tipo bolero, como en largos abrigos de alpaca.Sus sobretodos iban del rojo granate, al mostaza, hueso, marrón y negro en tupida alpaca, además con cinturones de finas cuentas multicolores.
Fuente : EFE

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